1 "Mamá, ¿puedo tener un perro?" preguntó un día Marie. "Prometo cuidarlo muy bien".
2 "No sé", dijo su mamá. "Un perro da mucho trabajo. No estoy segura de que puedas encargarte de todo".
3 "Sé que podré", dijo Marie. "Todo lo que debo hacer es alimentarlo y darle agua. No necesitará que yo haga nada más".
4 Mamá se veía seria. "Un perro necesita mucho más que comida y agua", comenzó. "Te mantendrá muy ocupada".
5 "Bueno, ¿qué más necesitaré hacer? Tengo 12 años. Sé que ya soy bastante grande como para tener un perro. Sam, el chico de la otra calle, tiene uno. Él se tiene que ocupar de todo, y es más chico que yo".
6 La madre lo pensó un momento. "Bien. Sentémonos y hablemos de todo lo que necesitarás hacer. Si todavía te parece que lo deseas, iremos a la perrera mañana. Hay muchos perros allí que necesitan buenos hogares".
7 Marie saltaba de alegría. "¿Qué más necesito hacer?"
8 "Tenías razón cuando decías que un perro necesita comida y agua. Tendrás que asegurarte de que su tazón esté lleno de agua todos los días. Un perro no puede decirte cuando tiene sed. Y todo ese pelaje le da calor. Necesita tener agua limpia para beber todo el tiempo. También tendrás que alimentarlo a la mañana. Y si es un perro grande, podrías tener que alimentarlo a la tarde".
Paragraphs 9 to 17:
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