¹     Millones y tal vez miles de millones de personas han inventado juguetes. La mayoría de ellos son niños. Los niños han inventado juguetes a partir de equipos de construcción o de otros juguetes. Los niños inventan juguetes con ollas y sartenes, con ropa vieja y herramientas rotas, o incluso, a partir de piedras y palos, sogas y bandas de goma, cartulina y pegamento con brillo. Los objetos redondos, cuadrados, planos e incluso los retorcidos son buenos para hacer juguetes. Cualquier material sirve: plástico, madera, papel, poliestireno, tela suave o cáscaras de nuez.
 
²     A veces, los adultos también inventan juguetes pero, en muchos casos, en realidad no inventan el juguete, sino que toman uno que ya ha sido inventado en algún otro lugar y lo hacen popular. Tenemos, por ejemplo, el yoyó. Los yoyós han existido desde hace miles de años. Esto lo sabemos porque se han encontrado yoyós junto a otros artefactos históricos en excavaciones arqueológicas. Es así como sabemos que en la antigua Grecia ya se utilizaban yoyós de piedra. En el 1800 empezaron a hacerse populares como juguetes para niños, primero en Inglaterra y luego en los Estados Unidos. Luego la gente se cansó por un tiempo hasta que, en 1928, Donald Duncan se metió en el negocio de los yoyós. Contrató "hombres yoyó" que iban de puerta en puerta haciendo demostraciones y vendiendo los juguetes. En la actualidad, todavía se asocia el nombre de Duncan con los yoyós.
 
³     A los ositos de peluche ("teddy bear", en inglés) se los asocia con un presidente de los Estados Unidos, aunque él no los haya inventado. El presidente Teddy Roosevelt era cazador, y en uno de sus viajes de cacería tuvo un encuentro con un oso. Eso llevó a que los periódicos publicarán en sus tiras cómicas dibujos del presidente Roosevelt junto a un osito adorable. De algún modo, eso llevó a ositos cosidos, bonitos y con suave vello para que los niños jugaran.

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