1 Dejé que la calentura del sol me acariciara en la espalda. Suspiré profundamente. Por fin la escuela se había acabado y estaba contento. Había sido un año difícil. Nos habían pegado varias tormentas de nieve durante el invierno y tuvimos varios días que no pudimos ir a la escuela por la nieve. Por lo tanto, nuestro año escolar se extendió hasta junio. En el pasado, cuando íbamos de vacaciones a la playa, ya había pasado la primera mitad del verano. Sin embargo, este año, la escuela sólo se había terminado hace dos semanas.
2 Cerré mis ojos y escuché el sonido de las olas llegar a la orilla. Mi hermanito y mi padre estaban jugando en las olas. Podían pasar horas jugando con sus tablas. Se alejarían una distancia pequeña de la orilla, agarrar una ola, y montarla a la orilla. De vez en cuando, uno de ellos agarraría una y montarla casi hasta nuestro parasol en la playa.
3 Me gusta montar la tabla de oleaje pero sólo por un rato. Normalmente monto más o menos diez veces a la orilla y entonces me acuesto en mi gran toalla azul y amarilla de nuevo.
4 -¡Oye Mónica!- gritó mi hermano.
5 -¿Qué?- respondí yo. -¡Déjame en paz!-
6 -Oh, ven. Juguemos Frisbee.-
7 Arggh. Acabo de relajarme. ¿Por qué siempre quiere mi hermanita jugar? ¿No puede aprender a divertirse sola en la playa?
8 -¡Ven Mónica! Tíramelo.-
Paragraphs 9 to 24:
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