1 En un tiempo los tuátaras fueron clasificados bajo el orden Squamata de los reptiles que incluye a las lagartijas y a las serpientes. En ese tiempo, la taxonomía tenía sentido porque los tuátaras y las lagartijas parecían idénticos. Luego, el Dr. Albert Gunther, un científico del Museo Británico de Londres, echó abajo la teoría con su descubrimiento en 1867 que abrió nuevos caminos. El se dio cuenta de que el espécimen tuátara se asemejaba a un reptil distinto que hacía mucho tiempo se creía extinto, del orden llamado Rhynchocephalia (o Sphenodontida.) Por lo tanto, él propuso clasificar de nuevo a los tuátaras, convirtiéndolos en los únicos descendientes sobrevivientes del orden Rhynchocephalia, ¡quienes posiblemente debutaron en la Tierra hace más de 200 millones de años!
2 Habitando más o menos en 30 islas pequeñas a la altura de la costa de Nueva Zelanda, los tuátaras llevan un traje holgado con escamas, de color marrón grisáceo. Tienen crestas puntiagudas a lo largo de su cuello, lomo, y cola. Esta característica específica, más prominente en los machos que en las hembras, es en realidad de donde proviene el nombre de los tuátaras. Como verás, en maorí, la palabra "tuátara" significa "espalda espinosa".
3 Al igual que otras especies de lagartijas, los tuátaras tienen el llamado "tercer ojo" en la parte superior de la cabeza. Este ojo adicional, equipado con un lente rudimentario y retina, es evidente cuando los tuátaras están jóvenes. Al crecer, sin embargo, lo cubren con una capa de piel lo que lo hace menos obvio. Aunque no está claro si el "tercer ojo" de los tuátaras cumple una función específica, es probable que lo utilicen como un receptor de luz. A pesar de las similitudes en apariencia, los tuátaras son diferentes de las lagartijas en varios aspectos. Por ejemplo, los tuátaras no tienen tímpanos ni oído medio, mientras que las lagartijas sí los tienen.
Paragraphs 4 to 7:
For the complete story with questions: click here for printable