1 Por una vez, Nathan escuchó el versículo de la Biblia. El ministro estaba citando del libro de Mateo:
"Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces? No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete". (Mateo 18:21-22)
2 Ya hacía calor en la pequeña iglesia. Nathan levantó la mirada y vio el vitral iluminado que mostraba a Cristo en el Jardín de Getsemaní. Había parches de color bailando por el piso mientras la luz del sol entraba a raudales por los paneles. El parche amarillo venía del halo alrededor de la cabeza de Jesús y el azul y el morado venían del cielo detrás de él. Un enorme y brillante parche rojo venía de la túnica de Cristo. Nathan pensó en el versículo, miró los colores que se movían en el piso de baldosas blancas y sacó cuentas. ¡Setenta veces siete! Jesús dijo eso. ¡Nathan tenía que perdonar a Bill 490 veces! ¡Imposible!
3 La familia de Nathan iba a la iglesia metodista todos los domingos. La mayoría de las veces, Nathan no prestaba atención al sermón. En lugar de eso, sólo miraba las luces de todos colores que se movían por el piso de la iglesia. Sabía dónde estarían las luces cuando terminara el servicio. Hoy, el ministro hablaba de números, así que Nathan escuchó. El sermón le hizo a Nathan pensar en Bill.
4 Bill era el compañero de Nathan en su clase de química de primer año. Bill derramaba cosas, dejaba caer ranas, creaba explosiones y hacía que la maestra temblara cada vez que usaban un quemador Bunsen. Los anteojos de seguridad se le resbalaban en los momentos menos oportunos. A veces, sus errores significaban una mala nota para ambos. A veces tenían que volver a hacer un experimento. ¡Bill simplemente no servía para químico!
5 Después del servicio, Nathan caminó hasta su casa desde la iglesia y pensó un poco más en la clase de química. Disfrutó del aire de junio. ¡Las clases ya casi terminaban! Después, haría demasiado calor para estar afuera. Debe haber hecho calor cuando Jesús caminó descalzo por las arenas ardientes de Judea cerca del Mar de Galilea. Jesús enseñó sobre el perdón. ¡El perdón parecía más difícil en la clase de química del siglo veintiuno! Nathan no quería ser duro con Bill y quería aprobar el curso. Bill no tenía intención de ser torpe.
6 Cuando llegaron a casa con la familia, Nathan se sentó a ver televisión. Pasó rápidamente por los canales. Estaba contento de no tener nada que hacer.
7 "Nathan, ¡no sacaste la basura!" gritó su papá. "El perro del vecino se metió en ella y está por todo el patio. ¡Otra vez!"
8 Nathan se sintió mal. Se había olvidado de hacer esa tarea.
Paragraphs 9 to 22:
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