1 ¡Es un ave! ¡Es un avión! ¡Es un superperezoso! Los superperezosos eran más lentos que los caracoles de plastilina y más torpes que el abominable hombre de las nieves. Estos mamíferos prehistóricos eran lentos y grandes... y tiernos.
2 A algunos presidentes les gustaban los superperezosos. A Thomas Jefferson le gustaban tanto que una vez puso fósiles de perezosos gigantes en la Casa Blanca. ¿Crees que asustaban a la Sra. Jefferson? A un presidente moderno también le gustaban los perezosos. Jimmy Carter pagó para exhibir uno en la Universidad de Georgia.
3 Unos excavadores de zanjas encontraron este esqueleto en 1970, cuando construían una carretera en Georgia. Tu perro se habría divertido buscando esos huesos grandotes. Un profesor de geología y sus estudiantes estuvieron a cargo de buscar todos los huesos. Encontraron 350 pero sólo 209 estaban en buen estado. Entonces ¿cómo armaron un esqueleto sin todos los huesos?
4 Un estudiante llamado Albert Brantley estaba a cargo de descifrar el esqueleto prehistórico. Si crees que los rompecabezas son difíciles, ¡deberías saber que huesos antiguos de perezoso son mucho peores! Le llevó tres años armarlo. Incluso fue a aprender sobre huesos a un museo que ya tenía esqueletos de perezoso. Albert tomó medidas, hizo moldes de caucho de los huesos faltantes. Necesitaba más huesos para armar todo el perezoso y los hizo de yeso.
5 Albert quería que su exhibición se viera real. Mostraba un perezoso gigante en un charco de lodo. No era un charco común. La exhibición muestra una mezcla blanda y pegajosa que atrapará al perezoso ¡y lo convertirá en fósil para siempre! El perezoso tiene las dos patas traseras y una de las delanteras atrapadas en el lodo negro mientras que con la otra pata busca la libertad. Este esqueleto es apenas el cuarto que se exhibe. Hay otros dos en el Smithsoniano y otro en una universidad de Escocia.
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