1 Los aye-ayes son tal vez los miembros con apariencia más extraña de la familia de los primates. Como las zorras, los aye-ayes tienen cola larga y espesa. Como los roedores, los aye-ayes tienen cuatro dientes incisivos especiales que nunca dejan de crecer. Como los murciélagos, los aye-ayes tienen orejas largas, desnudas y un sentido agudo auditivo. Sin embargo, el aspecto más extraño de los aye-ayes no tiene semejanza con ningún otro animal. Así que, ¿cuál es esta característica física especial que sólo podemos ver en los aye-ayes? La respuesta radica en sus manos.
2 Los aye-ayes tienen un dedo medio, huesudo, muy largo en cada mano. Cuando los aye-ayes tienen hambre, usan sus dedos medios para golpear ligeramente las ramas o troncos de los árboles. Mientras lo hacen, los aye-ayes escuchan atentamente buscando indicios de sonidos huecos. Una vez que descubren una cavidad, continúan dando golpes ligeros para determinar si ahí vive la larva de un insecto. En cuanto lo confirman, los aye-ayes cincelan un agujero con sus incisivos en la sección de la madera que contiene la comida. Luego, insertan sus dedos medios dentro de la pequeña abertura y sacan la larva. De hecho, este método de caza empleado por los aye-ayes es muy similar al utilizado por los pájaros carpinteros. Así, ¡podemos decir que los aye-ayes son realmente la versión primate de los pájaros carpinteros! Además de comer larvas de insectos, a los aye-ayes también les gusta alimentarse de cocos, mangos, y hongos.
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