1 No crecen muchas plantas en la tundra ártica. El invierno es largo y frío. El verano es corto, y por eso las plantas no tienen mucho tiempo para crecer. Sin embargo, las plantas crecen con rapidez ya que durante el verano el sol brilla aproximadamente las 24 horas del día.
2 Debajo de la superficie, el suelo siempre está congelado. A esto se lo conoce como "permahielo". Por encima del permahielo, el agua no puede llegar a mojar el suelo helado. La tierra de arriba siempre está húmeda. Las plantas con raíces largas no pueden crecer en la tundra ártica.
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